domingo, 8 de mayo de 2016

JAIME


Es difícil escribir sobre alguien que sólo hemos conocido "30 minutos" al año pero es el precio que muchos españoles hemos tenido que pagar al salir a buscarnos la vida fuera de nuestras fronteras.


De Jaime recuerdo más los momentos de silencio, esos que están llenos de modales en los que cada uno intenta acomodarse lo mejor posible antes de empezar una tertulia con la intención de no defraudar al otro. Pues Jaime era así, imponía respeto. Era un hombre que había viajado, que había vivido en una Alemania que le había dejado huella en su forma de ser. Pocas veces hablamos de sus fotos, lo más común era hacer comparaciones entre Francia, Alemania y España. La verdad es que Alemania siempre acababa con un aprobado. "30 minutos" son pocos y aún menos con gente que impone. Pero así fue con muchos familiares, unos más que otros.

 No soy yo la mejor persona para hablar de él, pero creo que su trabajo fotográfico dice mucho más sobre él que mil palabras.





 Yo fui descubriendo Jaime conforme íbamos vaciando la casa de la calle del Molino. Abriendo cajas, maletas y levantando polvo.


                                 






El mundo de la fotografía que descubrí estaba muy alejado de lo todo digital que se lleva últimamente y que decir del revelado, que aquello parecía más bien la maquina del creador de Frankenstein.

 Descubrí el verdadero Jaime entre fotos, cartas, libros y recuerdos. Es como tener en las manos las huellas de alguien que pasó por este mundo y poder recrearlo. El blog me ha servido, como hacía él con sus fotos, a revelar un Jaime desconocido o quizás olvidado para muchos.


 Mi único propósito fue abrir con su ayuda una ventana al pasado para poder recordar de donde vinimos y ayudarnos a hacer camino a través de las tinieblas del presente.